Quedan ganas

Sonido del viento, de las risas; correteo.

Sonido del llanto, de un velero.

Sonidos de comida, de abrir cerveza.

Silencios que también suenan.


Hay ruido en cada esquina y, sin embargo, cada uno escucha una melodía distinta.

Una melodía que se convierte en banda sonora de tu vida. A veces triste, otras feliz... Pero ruido, al fin y al cabo.

Un sonido que desprende atisbos de esperanza porque, si hay sonido, es que quedan ganas. 

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