Tiempo.

El tiempo golpea con fuerza mis entrañas.

Me grita a voces cada recuerdo del pasado y me enseña aquellas pequeñas cosas que sentí.

Pequeñas pero que creaban en mí algo especial.

¿Y ahora?, ¿qué hay de especial en mí?

Me someto a seguir las reglas de la vida y a crecer en un mundo lleno de imperfecciones que no me dejan dormir.
Que atormentan mi existencia y no me dejan salir.

Encerrada en mí misma y enfadada con la vida, mis días pasan sin tener un fin.
Porque eso es lo que quiero. El fin. Un final. Que termine de una vez.

Y me arropo en la idea de que algo bueno llegará pero en el fondo sé que no va a pasar.

Tiempo. Querido tiempo. Qué poderoso eres, que creas historias, creas miedo, creas recuerdo y consuelo.

Ay, tiempo, no te vayas cuando más te necesito, cuando mis pasos no tengan sitio, cuando mi mente no tenga dueño.